Su construcción tuvo como objetivo paliar uno de los puntos débiles de las defensa de la Ciudad Vieja y se construyó en el siglo II a.C., si bien ha sido destruida y construida en varias ocasiones por los regidores de Jersusalén:
cristianos,
musulmanes,
mamelucos y
otomanos.
El lugar alberga importantes restos arqueológicos y es sitio de acontecimientos públicos como exposiciones de
artesanía y
conciertos.