Este año se ha presentado una creciente ola de actividades terroristas orquestadas desde el comienzo del 2012. Lamentablemente, hasta la semana pasada, se había prestado poca atención internacional a estas amenazas, las cuales ya habían sido advertidas por organismos de inteligencia de Israel.
El ataque en Bulgaria fue sólo el último en una larga lista de atentados e intentos de ataque contra Israel y otros objetivos occidentales. La mayoría se vieron frustrados, pero lamentablemente, unos pocos sucedieron. En febrero pasado, la esposa de un diplomático israelí fue gravemente herida por una bomba en Nueva Delhi, por fortuna un ataque simultáneo en Tbilisi, Georgia, fue detenido a tiempo. Así mismo, en octubre pasado Estados Unidos frustró un complot contra el Embajador Saudí en Washington y la semana pasada, autoridades en Chipre detuvieron un operativo de Hezbolá, que planeaba perpetrar ataques contra turistas israelíes. Otros ataques terroristas contra objetivos israelíes fracasaron en Tailandia, Azerbaiyán, Turquía y Kenia.
Hay un denominador común en estos actos terroristas: Irán. Todo se remonta a la Guardia Revolucionaria Iraní o a sus pares, la organización libanesa Hezbolá. Los terroristas que fueron arrestados en los diferentes ataques terroristas eran ciudadanos iraníes o secuaces de Hezbolá. Algunos fueron detenidos mientras establecían la infraestructura terrorista para futuros ataques y otros fueron capturados en posesión de armas o explosivos, justo antes de completar sus atroces planes.
El uso de Hezbolá como el brazo de terror de Irán no es nada nuevo. Hace veinte años, la Embajada de Israel en Buenos Aires, Argentina fue bombardeada, allí murieron 29 personas y quedaron heridos otros 300 inocentes. Dos años más tarde, en 1994 y quizás no casualmente el 18 de julio, la misma fecha que el ataque en Bulgaria, el centro de la comunidad judía Argentina AMIA, también fue bombardeada, fueron asesinadas 85 personas y otros cientos resultaron heridos. Una investigación especial del Gobierno argentino determinó que el ataque se llevó a cabo por Hezbolá, con el apoyo de los líderes del Gobierno iraní. Embajada de Israel
En los últimos tiempos, la Guardia Revolucionaria Iraní y Hezbolá han sentado las bases para ataques en los cinco continentes y en aproximadamente 24 países. Tienen una red mundial apoyada por Irán y personal clandestino capacitado para lograr sus objetivos.
Es por todo esto que el Estado de Israel hace un llamado a la comunidad internacional para sumar esfuerzos y condenar este y otros ataques terroristas. Debemos adoptar medidas concretas para aislar a los terroristas y a todos aquellos que entrenan, equipan, financian y dirigen sus actividades. La Guardia Revolucionaria Iraní y Hezbolá deben ser identificados como grupos terroristas y figurar en las listas oficiales de estas organizaciones.
Estados Unidos reconoció a Hezbolá como una organización terrorista en 1995, se unió a Canadá, Holanda, Egipto y Bahrein. Así mismo, el ala militar de Hezbolá fue reconocido por el Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia. Es el momento para el resto de la comunidad internacional siga su ejemplo. En particular la Unión Europea – en la cual muchos de cuyos Estados miembros han sido blancos de estos terroristas - deben actuar con rapidez y decisión.
Sólo una acción significativa puede disuadir a Irán y Hezbolá, evitando futuros ataques. Sólo una decidida actividad puede traer justicia a las víctimas del terrorismo.
Michal Maayan
Secretaría Política – Embajada de Israel en Colombia