Estimados Amigos,
Permítanme primero agradecerles por la cálida bienvenida y por su apoyo con alma y corazón al Estado de Israel. Gracias por la invitación a compartir con ustedes esta tarde.
Queridos amigos,
Mientras hoy estamos aquí sentados Israel se enfrenta a una avalancha de terrorismo; hombres, mujeres y niños están siendo a diario apuñalados en las calles hasta la muerte. (En los últimos días parece que la situación se está calmando, y ojalá que así sea). Sin embargo, para ellos no ha habido demanda de una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU; ni se pide a los dirigentes palestinos detener su incitación; y apenas hay un susurro de condena.
A lo largo del último mes, decenas de ataques terroristas han cobrado la vida de 10 israelíes, y heridos casi 80. 17 de ellos aún están hospitalizados. Esta ola de terror ha afectado toda la nación y no perdona a nadie: jóvenes y adultos mayores están en la mira todos los días.
La causa principal de esta ola de terror es clara: la retórica incendiaria y la mentira prendieron la mecha, y la incitación continua alimentando las llamas. La ola de terrorismo indiscriminado contra civiles inocentes a la que Israel se enfrenta ahora, comenzó con mentiras sobre el Monte del Templo. Abbas ha acusado continuamente a Israel de tratar de cambiar el statu-quo. Hace pocos días afirmó que, "Israel tiene la intención de ‘judaizar’ a Al-Aksa". Esta es una mentira deliberada y maliciosa. Mentira, porque desde 1967 Israel ha protegido la libertad religiosa y de culto de todos los credos. Porque desde siempre, Israel ha preservado la santidad de este sitio, que es sagrado para las tres religiones monoteístas. En el Medio Oriente, donde militantes islamistas profanan y destruyen iglesias (incluso en la Autoridad palestina), sinagogas, sitios del patrimonio mundial, así como las mezquitas tanto del uno como del otro, Israel es el único garante de los lugares santos en Jerusalén.
En contraste, los agitadores militantes islamistas han utilizado la mezquita de Al-Aqsa como área de ensayo para una calculada y violenta provocación. En la víspera de Rosh Hashaná, los islamistas radicales almacenaron rocas, fuegos artificiales, así como bombas Molotov y artefactos explosivos para impedir a judíos y cristianos visitar el Monte del Templo.
Los palestinos y los representantes de los países árabes hablan de la santidad de sus lugares sagrados. Pero cuando militantes islamistas profanan a Al-Aqsa, utilizándolo como un depósito de armas, ¿alguno de ellos habló? Por supuesto que no. Y cuando los palestinos quemaron la tumba de José, ¿qué dice eso acerca de su respeto a la santidad de lugares sagrados de otras religiones? Y cuando tratan de reescribir la historia abusando de organizaciones internacionales como la UNESCO, ¿cómo pueden hablar de la “judaización” de Al-Aqsa, mientras ellos mismos están tratando de des-judaizar a Jerusalén y negar nuestros lazos profundos e innegables a los lugares santos en nuestra capital eterna y sus alrededores?
Mahmoud Abbas, el líder “moderado” palestino defendió a estos agitadores y encendió la chispa que avivó la llama en nuestra región. Incluso ahora, mientras la violencia continúa y las vidas se pierden cada día, en lugar de calmar las tensiones, los líderes palestinos siguen mintiendo y utilizando retórica inflamatoria. Él y su movimiento Fatah continúan utilizando las redes sociales y las ondas de radio para incitar a los palestinos a más violencia.
El 16 de septiembre, Abbas señaló que daba la bienvenida a "cada gota de sangre derramada en Jerusalén". Abbas no ha condenado ni uno solo de los más de 30 ataques terroristas contra israelíes durante el mes pasado. En otra ocasión dijo que los judíos no tienen derecho de “profanar con sus sucios pies” el Monte del Templo. Por cierto, todo esto no le impide mandar a su cuñado a un hospital en Tel Aviv para ser sometido a una cirugía que le salvó la vida, realizada por las manos sucias de cirujanos israelíes…
Queridos amigos,
Los palestinos y la gran mayoría de los medios, tratan de tergiversar esta realidad y buscan desesperadamente perdonar el terrorismo; buscan desesperadamente justificaciones por la matanza indiscriminada de judíos solamente porque son judíos.
Algunos defensores de los palestinos y periodistas simpatizantes, a medida que continúa la ola de terrorismo asesino palestino, han promovido la narrativa que la violencia contra los judíos es culpa de los judíos.
Dicen que la violencia actual es el resultado de un estancamiento en el proceso de paz.
Falso. Israel sufrió un terrorismo de los peores en su historia cuando el proceso de paz estaba en su apogeo. La razón para el terrorismo palestino no es ni el progreso ni el estancamiento del proceso de paz, sino el deseo de los terroristas de destruir a Israel.
Dicen que un reciente aumento en la construcción de asentamientos ha provocado la actual ola de violencia.
Falso. La construcción anual en los asentamientos se ha disminuido sustancialmente en los últimos 15 años. Bajo el primer ministro Ehud Barak (2000), 5.000 nuevas unidades fueron construidas en los asentamientos; bajo el primer ministro Ariel Sharon (2001-05), un promedio de 1 881; bajo el primer ministro Ehud Olmert (2005-08) 1.774. Los tres fueron aclamados como pacificadores. ¿Y durante la gestión del Primer Ministro Benjamin Netanyahu (2009-15)? Solo 1554. Vaya aumento...
Dicen que el terrorismo palestino es la consecuencia de la frustración palestina.
Falso. Déjenme decirles: la mayor frustración de los terroristas es que han fracasado en destruir a Israel. En eso, ellos continuarán frustrados…
El terrorismo palestino es consecuencia directa de la incitación, que inculca una cultura de odio y violencia en las nuevas generaciones. Desde la más temprana edad, muchos niños palestinos son sometidos a una propaganda que promueve el odio y la violencia. Cadenas de televisión están llenas de programación con personajes al estilo Disney y anfitriones amables que les animan a matar a gente inocente y a convertirse en mártires.
Los alumnos en Cisjordania, estudian con base a un plan de estudios anticuado que legitima la violencia indiscriminada contra los israelíes. Los niños mayores, escuchan a los líderes palestinos y líderes religiosos oficiales de la Autoridad Palestina, alabando la yihad y el martirio. Ellos siguen las redes sociales que contienen videos, gráficos, dibujos y textos que glorifican la violencia contra los judíos.
Entonces, lo que hemos presenciando en estos días, es la misma cuestión de siempre. El tema que la gente menos quiere discutir, pero que más necesita ser discutido: estamos hablando de la presencia judía en la Tierra de Israel y el derecho del pueblo judío a su autodeterminación. Esta es la raíz y no los derechos religiosos o la tierra, de la matanza de judíos. La excusa puede cambiar con los años que pasan – hemos escuchado la mentira de que ‘Al-Aqsa está en peligro’ desde 1920 – pero la realidad es que ya sea 1929, 1936 o 2015, judíos están siendo asesinados simplemente por ser judíos.
Mis queridos amigos,
Agradecemos muchísimo su solidaridad y su apoyo a Israel siempre, sobre todo en estos días difíciles. No olvidemos que con todos los amigos que tenemos, en fin,
אם אין אני לי, מי לי?
¿Si yo no soy para mí, quien para mí?
Y por eso, en estos días en particular, pero igual en todos los otros, recordamos este versículo de Hilel el anciano en Pirkei Avot, y recordamos que hoy más que nunca, la batalla por la verdad y contra la parcialidad del reportaje y de los “análisis” de la situación actual, se libra en los medios y en las redes sociales. Les hago un llamado de seguir con estos esfuerzos e intensificarlos y seguir difundiendo informaciones para contrarrestar la ola de incitación mediática que acompaña la ola de violencia contra Israel y contra los judíos.
Gracias por haberme prestado su atención,
Shalom para todos y para todo el pueblo de Israel.