La
Declaración del Primer Ministro a la prensa luego del ataque en la Sinagoga en
Jerusalén
(Comunicado
del Asesor de Prensa del Primer Ministro)
Esta noche (18
de noviembre, 2014), el PM Benjamin Netanyahu,
en su oficina en Jerusalén, implementó la siguiente declaración a la
prensa:
“Estamos en
medio de un ataque terrorista focalizado en Jerusalén. Hoy, durante los rezos
matinales, mientras estaban envueltos en sus mantos de rezo y sus tefilin
(filacterias) cuatro rabinos fueron asesinados; cuatro inocentes y puros judíos: Rabbi Avraham
Goldberg, Rabbi Aryeh Kupinsky, Rabbi Kalman Ze´ev Levine y Rabbi Moshe Twersky. Benditas sean
sus memorias!
Enviamos
nuestras condolencias a sus familias.
Hacemos llegar nuestros
mejores deseos de recuperación a los heridos y a los heroicos policías, cuya
acción evitó un desastre mayor. Los animales humanos que perpetraron esta
matanza estaban llenos de odio e incitación, profundo odio y terrible incitación
contra el Pueblo Judío y su Estado. Hamas, el Movimiento islámico y la
Autoridad Palestina difunden innumerables mentiras y falsedades contra el
Estado de Israel. Dicen que, los judíos, están contaminando el Monte del
Templo. Afirman que, nosotros, planeamos
destruir los lugares sagrados, que intentamos cambiar el orden del rezo. Eso es
todo mentira.
Esas mentiras ya
costaron un muy alto precio. Toman la
vida de una bebé de tres meses, Chaya Zissel Braun, quien fue llevada, por primera vez, a visitar el Muro
Occidental, junto con sus padres, que querían agradecer a D´s por darles un
bebé. También se llevaron las vidas de Karen Jemima Mosquera, Jidan Assad, Aharon
Badani, el Sargento Almog Shilony y Dalia Lemkus. Todas fueron almas puras. Todas fueron víctimas de esa mentirosa incitación.
Hoy se unen a otras víctimas del mismo salvaje libelo de sangre del tipo que
está grabado en la memoria de nuestro Pueblo.
Ayer, un
conductor del autobús de Jerusalén oriental se suicidó. Los hallazgos del informe patológico fueron publicados y sus resultados son concluyentes. Cometió
suicidio. Pero esto no evita que, esos mismos elementos, inciten y difundan el libelo de sangre que
dice que fue asesinado por judíos. Esta incitación contribuyó al conmovedor asesinato, perpetrado esta
mañana, en un lugar sagrado, durante los rezos. Pero, lo que resulta extraño,
es no solo la brutalidad del asesinato sino los gritos de gozo en Gaza, en
Belén y en otros lugares. Repartían caramelos, saludaban con sus brazos en el
aire y elogiaban a los shahidim (mártires). La verdad, esta vez Abu Mazen
(presidente Mahmoud Abbas de la AP) condenó la matanza y es bueno que lo
hiciera. Recuerdo que, además, condenó el asesinato de los tres jóvenes pero
esto no es suficiente porque, en la misma frase en la que condena la matanza de hoy, la conectó con acciones imaginarias; sin
ningún sustento en la realidad; como que Israel, se supone, está planeando llevar a cabo en el Monte del
Templo.
Hay incitación cotidiana, incluso cada hora; provocación en las calles de la Autoridad
Palestina. Allí, no solo hacen que los más reprensibles asesinos se conviertan
en héroes de la cultura palestina, sino que hay una constante e interminable tentación
contra la misma existencia del Estado de Israel, contra la seguridad de los
ciudadanos de Israel, en escuelas, en la prensa, en las mezquitas, en todas
partes y esta es la raíz del conflicto: el rechazo a reconocer ( y a educar) para la
existencia del Estado de los judíos.
La semana pasada
viajé a Jordania y mantuve, en Amman, un
encuentro muy importante con el Rey Abdullah y el Secretario estadounidense, John Kerry. Juntos, instamos a poner paños
frios en la situación y a la restablecer la calma. A mi pesar, la respuesta que recibimos de la
Autoridad Palestina fue declarar un “Día de Rabia” en Jerusalén. Y hoy, todos vimos el resultado. El mundo ve esa
matanza pero, para nuestro pesar, no exige que los palestinos detengan la
salvaje incitación contra Israel, que es la raíz del conflicto.
Insto, a todos los jefes de Estado en el mundo
civilizado, -a ver indignación. Quiero
ver condena, profunda e intransigente condena de esos asesinos de israelíes, de
judíos. No discriminen entre sangre y sangre. Cuando hay otros actos de
asesinato, expresan la misma indignación
y los condenan. Pero, cuando veo una bebé, de tres meses, siendo asesinada; cuando veo a estos judíos orando en una
sinagoga, nuestro lugar sagrado, como es sagrada una iglesia para los
cristianos y una mezquita para los musulmanes; espero,
al menos, escuchar la misma condena, en tono intransigente e inflexible.
A mi pesar, están aquellos que, hoy, insisten
en dar a los palestinos un premio bajo la forma del reconocimiento unilateral
de un Estado palestino, que no reconozca
al Estado de los judíos. No toleraremos esta realidad; combatiremos el
terrorismo y lo derrocaremos. Restableceremos la ley, el orden y la seguridad
en las calles de Jerusalén.
Esta noche,
ordené la demolición de los hogares de los terroristas que perpetraron la
masacre y la aceleración del derrumbe de los hogares de los terroristas que
perpetraron los ataques anteriores. Ordené el cumplimiento intensificado en su contra
y castigos más duros a los
involucrados en la incitación, así como la prohibición de organizaciones
comprometidas con la instigación, e incrementé la seguridad en las calles de
Jerusalén. Junto a las acciones
ofensivas habrá, además, acciones defensivas.
Ciudadanos de
Israel;
Les pido a mostrar máxima alerta y respetar la
ley.
Como Estado,
liquidaremos las cuentas de todos los terroristas y de aquellos que los
enviaron.
Ya probamos que
lo hacemos, para que nadie tome la ley en sus manos, aun si los ánimos se
caldean.
Estamos en una
larga guerra, que no comenzó hoy, contra
el aborrecible terrorismo.
El terrorismo siguió,
durante todos los años de la empresa sionista,
delante de nosotros. Siempre lo resistimos y, esta vez también, lo seguiremos haciendo.
Están aquellos
que quisieran desarraigarnos de nuestra tierra y de nuestra capital. No lograrán su objetivo.
Estamos en una
batalla por Jerusalén, nuestra capital eterna. En esta cruzada debemos estar
unidos; este el orden del día. Siempre supimos estar juntos en tiempos de
pruebas. Debemos poner a un lado todas las pequeñas diferencias y mancomunarnos
en torno a un tema principal: defender Jerusalén, defender la seguridad de los
ciudadanos de Israel.
Pienso que eso es lo que esperan, de nosotros, los ciudadanos de Israel en estos momentos: permanecer unidos como uno, unidos y juntos.
Los convocamos, hoy, a la unidad nacional”.
18 de noviembre, 2014