Discurso del Embajador de Israel, en la Independencia No.67

Independencia del Estado de Israel No. 67

  •   Palabras del Embajador de Israel, Sr. Marco Sermoneta
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  • Palabras del Embajador de Israel en la Independencia No. 67 del Estado israelí

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    Queridos amigos,

    Es un honor para mí poder estar aquí, compartiendo con los amigos de Israel y los miembros de las comunidades israelí y judía de Colombia en la celebración de los 67 años de independencia de Israel – el restablecimiento de una nación independiente judia en nuestra tierra ancestral.

    Hace menos de tres meses llegué a este hermoso país, a esta dinámica ciudad, y en este corto período he sido recibido con los brazos abiertos. Me siento feliz de estar aquí esta noche por primera vez junto con todos ustedes.

    Israel ha encontrado en Colombia uno de sus mejores y más cercanos amigos del continente. Nuestras relaciones diplomáticas son casi tan largas como la existencia del Estado de Israel. Como siempre, estamos comprometidos a mejorar y diversificar constantemente nuestras relaciones bilaterales y trabajar en conjunto en pro de un futuro mejor para ambas naciones. 

    Colombia es uno de nuestros principales socios comerciales en América Latina y en los últimos años hemos sido testigos de un intercambio sin precedentes entre ambos países. Las relaciones se han ido desarrollando extraordinariamente en varios sectores y desde que Colombia fijo como unas de sus prioridades la tecnología y la innovación, se han abierto nuevos espacios fascinantes para nuestra cooperación. 

    Asimismo, la ratificación del TLC por parte de Colombia y su entrada en vigor facilitará no solo la diversificación del comercio, sino también la entrada de inversiones israelíes en los sectores de agua, agricultura, infraestructura y tecnología, en los cuales existe un gran potencial.

    En los proximos meses esperamos también finalizar:

    - Un Acuerdo de Cooperación en Investigación y Desarrollo Industrial, que proveerá apoyo mutuo al desarrollo de nuevos productos o procesos que podrán ser comercializados en el mercado global;

    - Un Acuerdo de Cooperacion en la área de Turismo;

    - Y un Protocolo financiero, que entre otros aspectos facilitará la inversión entre las dos naciones y ayudará en la protección de inversiones, mejorando las tasas de rendimiento.

    Al mismo tiempo, y luego que el año pasado Israel fuese aceptado como país observador de la Alianza del Pacífico, esperamos estrechar aún más nuestros lazos económicos con los países miembros de esta Alianza en áreas de un mutuo interés.

    Señoras y señores, amigos todos,

    En los últimos años Israel se encuentra frente amenazas sin precedentes en sus fronteras, con el predominio del Estado islámico y la decadencia de los antiguos regímenes: a las amenazas de Hezbollah en el Líbano y de Hamas en la Franja de Gaza se sumaron la amenazas de grupos islamistas en el Sinaí y del lado sirio de las alturas del Golan. Estamos en el medio de un levantamiento que podría durar generaciones que tiene como núcleo la lucha entre el eje radical y los países más moderados del Oriente Medio. 

    Por otra parte, Irán, que ve a Israel como su principal enemigo estratégico, constituye una mayor amenaza para nuestra región y para la paz mundial. La combinación del apoyo a grupos terroristas, su programa nuclear y sus llamados a borrar del mapa a Israel, son una amenaza palpable. Pero la preocupación por el régimen iraní y sus intervenciones regionales y globales es compartida también por otros países árabes.

    Estamos igualmente preocupados por los esfuerzos de Irán - que ha sido involucrado en atentados terroristas perpetrados contra el centro judío AMIA y contra nuestra Embajada en Buenos Aires - para penetrar América Latina. La red terrorista de Irán ahora abarca más de 30 países: una nueva célula terrorista se suma cada pocas semanas, directamente o a través de Hezbollah.

    Señoras y señores,

    La Declaración de Independencia de Israel, su ‘certificado de nacimiento’, del 14 de Mayo, 1948, dice: “Extendemos nuestra mano a todos los estados vecinos y a sus pueblos en una oferta de paz y buena vecindad, y los exhortamos a establecer vínculos de cooperación y ayuda mutua con el pueblo judío soberano asentado en su tierra. El Estado de Israel está dispuesto a realizar su parte en el esfuerzo común por el progreso de todo el Medio Oriente.”

    Estas palabras reiteran que Israel es un país de paz: el estado soberano de un pueblo en que la paz siempre ha sido codificada en su ADN y en sus escrituras, escrituras que nos han servido como faro desde el primer momento de su creación.

    Como hemos demostrado en el pasado, estamos dispuestos a hacer grandes sacrificios para lograr la paz. Seguimos comprometidos con una solución de dos estados para dos pueblos: un estado palestino viable y desmilitarizado que reconozca al Estado judío. Estos son los cimientos de una paz duradera, suponiendo que la región no será abatida por fuerzas más grandes.

    Pero nunca comprometeremos nuestros intereses vitales de seguridad. Para Israel es fundamental poder garantizar que en las áreas que cedamos no se repita lo que sucedió en el Líbano y en Gaza hace menos de un año. Estos no son caprichos, no son pretextos, excusas, argumentos. Esto es real. En las propuestas internacionales presentandas estos días no hay ninguna referencia a estas necesidades o a nuestros otros intereses.

    La forma de llegar a un acuerdo es sólo a través de negociaciones bilaterales directas: rechazamos enérgicamente los intentos de forzar un dictado de parte de aquellos que aseguran que los peligros que enfrentamos no son peligros reales en absoluto.

    Nuestro anhelo de paz nunca va a ensordecer las voces de aquellos que buscan nuestra destrucción. Nuestros enemigos han tratado de hacerlo hasta y desde el nacimiento del Estado de Israel. Primero con ejércitos, luego con terrorismo y más recientemente con una guerra jurídica, de lo cual no han tenido éxito entonces y no lo tendrán en el futuro. Los que están tratando de llevar a Israel a la Corte Penal Internacional, son aquellos que apoyan el lanzamiento indiscriminado de cohetes contra civiles y se esconde detrás de civiles y niños  y sus partidarios.

    Hace pocos días el Primer Ministro Netanyahu llamó nuevamente al Presidente Abbas a volver a las negociaciones sin condiciones previas. La Autoridad Palestina promulga que quiere una solución negociada para conseguir la paz, pero sus actos demuestran todo lo contrario. Abbas pidió recientemente etiquetar y boicotear cientos de productos israelíes. Este no es el lenguaje de la paz. Los palestinos se niegan a negociar y luego buscan la presión internacional, las sanciones y boicots a Israel para que no se den las negociaciones.

    La historia nos ensena que para llegar a un acuerdo, ambas partes tienen que comprometerse. El liderazgo de un pueblo que está buscando hacer realidad su aspiración a la autodeterminación no puede lograrla deslegitimando el derecho a la autodeterminación del otro.  Es hora de que el liderazgo palestino mire a su gente a los ojos y le digan que, como los israelíes, ellos tampoco van a poder realizar todos sus sueños. Por el momento, ese liderazgo prefiere recurrir a la guerra jurídica y mediática, a la deslegitimación y la denigración.

    Queridos amigos,

    Me siento feliz de estar con todos ustedes y que podamos celebrar juntos el renacimiento del Estado de Israel: un país independiente y democrático, con una sociedad multicultural, tolerante y pluralista, cuyos aportes en distintas áreas al bienestar de la humanidad son fuente de mucho orgullo para nosotros.

    Shalom y Jag Sameaj!!