La desertificación es la degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Es causada principalmente por las actividades humanas y las variaciones climáticas. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego pueden socavar la productividad de la tierra. Más de 250 millones de personas están directamente afectadas por la desertificación, y cerca de mil millones de personas en más de cien países están en riesgo. Estas personas incluyen a muchos de los ciudadanos más pobres del mundo.
El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación se celebra cada 17 de junio para promover la conciencia pública sobre los esfuerzos internacionales para combatir la desertificación y para recordar que la neutralidad de la degradación de la tierra (LDN) se puede lograr a través de la resolución de problemas, la fuerte participación de la comunidad y la cooperación en todos los niveles.
Este año, el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación se celebrará bajo el tema de los 25 años de implementación de la Convención de Lucha contra la Desertificación. La convención se adoptó en 1994 y hoy sus 197 partes la implementan para proteger la tierra de la sequía y así poder seguir disfrutando de los alimentos, el agua y la energía que nos proporciona. La recuperación y restauración de paisajes degradados ha sido evidente en los últimos 25 años. Por ejemplo, más de cinco millones de hectáreas de tierra degradada en el Sahel (África) se han restaurado a través de una práctica conocida como "regeneración natural gestionada por los agricultores", que produce medio millón de toneladas adicionales de granos cada año.
Los programas de MASHAV para combatir la desertificación y la sequía.
MASHAV, la Agencia de Israel para la Cooperación Internacional para el Desarrollo, hace especial hincapié en las cuestiones fundamentales de la cooperación y la asistencia para el desarrollo en la lucha contra la desertificación y la sequía mediante la introducción de programas internacionales de creación de habilidades, capacitación, desarrollo de proyectos e investigación.
El enfoque de MASHAV se basa en la experiencia de Israel al enfrentar condiciones climáticas adversas, y combina la transferencia de tecnología adaptable, investigación y desarrollo, y la experiencia práctica originada por los principales expertos e instituciones israelíes. Las áreas relevantes para combatir la desertificación incluyen, entre otras, la agricultura del desierto, el riego, la desalinización, la acuicultura, la forestación y la gestión de los recursos hídricos.
Israel se encuentra actualmente activo en áreas que enfrentan una severa desertificación, especialmente en las áreas rurales del África subsahariana, el Sahel y el Cuerno de África, haciendo especial hincapié en la capacitación de pequeños agricultores en el riego y la agricultura del desierto.