Sin embargo, esa noche pasó a la historia porque mientras se retiraba del lugar, el primer ministro fue asesinado. Todavía hoy recordamos la profunda tristeza y la enorme conmoción que nos produjo la noticia.

En aquel discurso, Rabin había expresado estas palabras: “La paz lleva intrínseca dolores y dificultades para poder ser alcanzada, pero no hay camino sin esos dolores. Hoy, estoy convencido de la gran oportunidad que tenemos de lograr la paz”.

Y ese fue siempre el espíritu de su gobierno y de sus esfuerzos por lograr un acuerdo con los palestinos; tomar riesgos, ir siempre hacia adelante, y tener una profunda e inquebrantable convicción de que la paz se podía alcanzar.

Desde entonces, Israel ha tenido gobiernos con posturas muy diversas, de izquierda a derecha. Pese a esto, cada primer ministro israelí intentó continuar con el legado de Rabin.

— En el año 2000, el Primer Ministro Ehud Barak ofreció a los palestinos el control del 95% de Cisjordania. Yaser Arafat se negó y los palestinos respondieron con el inicio de la segunda intifada.

— En el 2005, el Primer Ministro Ariel Sharon se retiró totalmente de Gaza, con la evacuación de 22 asentamientos judíos. Unos meses más tarde, Hamás convirtió a Gaza en una plataforma de lanzamiento, para disparar cohetes hacia Israel.

— En el 2008, el Primer Ministro Ehud Olmert revivió la oferta de Barak, pero esta vez fue Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina, quien desestimó la propuesta, desperdiciando otra oportunidad para la paz.

— El actual Primer Ministro Benjamin Netanyahu llegó a congelar los asentamientos por 10 meses para reiniciar las negociaciones. Abás, una vez más, lo ignoró.

Y ahora, ¿cuál es la realidad? ¿Qué pasa con el proceso de paz?

En los últimos dos meses vivimos una oleada de violencia y ataques terroristas contra la población civil israelí.

Lamentablemente, la Autoridad Palestina, liderada por el mismo Mahmud Abás, incita abiertamente al odio contra Israel.

En vez de asumir la responsabilidad de entablar conversaciones directas con Israel, difunden mentiras acerca del Monte del Templo para provocar más violencia y destruir las esperanzas de los propios palestinos de tener un futuro.

Yo creo que lograr la paz requiere una inmensa valentía.

Para alcanzarla, debemos asumir grandes riesgos y priorizar el interés común.

Fomentar el diálogo es importante, pero siempre que haya un socio con quien poder conversar.

Cuando el liderazgo palestino esté comprometido a coexistir, y asuma los riesgos de reconocer a Israel como patria judía, solo entonces, al igual que Rabin, podremos estar convencidos de que LA PAZ finalmente será una realidad.

*Embajador de Israel en Paraguay.

Artículo por el 20º aniversario del asesinato de Isaac Rabin (Primer Ministro de Israel en los periodos 1974-1977 y 1993-1995).